El libro es casi una guía para
saber manejarnos en una entrevista, uno de los medios para buscar información
más popular que utiliza un periodista. Así como El príncipe de Maquiavelo es un
libro de técnica política este libro me parece que carga con varias técnicas
que nos servirán y seguramente aplicaremos como periodistas.
Creo que si bien no hay una regla
exacta en cómo debe ser una entrevista, ya que estamos frente a sujetos que
pueden comportarse de una forma u otra, este libro nos proporciona sugerencias
y soluciones al momento de hacer una entrevista.
Halperín considera que se debe
tener gran cantidad de información previa a la hora de entrevistar a alguien,
pero también me parece que una vez que entrevistemos a una persona si en una
oportunidad tenemos ocasión de volver a entrevistarlo hay que tener en cuenta
la entrevista anterior para saber cómo se comporta el entrevistado con
determinadas preguntas.
También el autor considera que no
hay que ponerse como estrella de la entrevista al entrevistador, pero
resultaría inevitable si nuestro entrevistado no nos quiere hacer declaraciones
cuando su tema está en auge, quizás en estos casos la inteligencia del
periodista se tiene que hacer presente para que podamos obtener la información
deseada.
Coincido con Jorge Halperín en
que se deben respetar ciertos códigos que no atenten contra la ética
profesional tanto en publicar lo que sucedió of the record o quizás en la
edición de la entrevista en medios gráficos en la que se edite de una forma en
que el periodista se vea como el inteligente, el que no hizo una pregunta
obvia. Me parece que la edición debe ser en pro de la comodidad del lector, lo
que no significa que abusemos del poder de editar con el fin de perjudicar al
entrevistado.
El autor expone algunas
cuestiones en que por ejemplo se da que un entrevistado realiza la misma
entrevista a la misma persona, lo que sería una situación en que la
originalidad no se encuentra presente, provocando el desinterés en el
consumidor.
También recomienda que al momento
de entrevistar debamos estar informado, pero ésta no debe abundar porque no
habrá interrogantes posibles, en estos casos tenemos que realizar preguntar
aunque ya sepamos la respuesta.
La preparación de la entrevista
es crucial ya que planearemos las preguntas que no deben faltar para que la
entrevista sea rica y además para que esto se logre nos tenemos que mostrar
predispuestos y de buen humor al momento de hacer la entrevista, siendo
amistosos para que podamos hacer las preguntamos que deseamos y siempre
teniendo en cuenta que el entrevistado es quien debe resaltar, el entrevistador
en este caso es una suerte de guía, un guía que no corte las declaraciones del
entrevistador, sino que pueda hacerla dinámica teniendo en mente lo interesante
para el lector.
Las preguntas previas son de gran
ayuda en la entrevista, pero tampoco debemos encadenarnos a estas porque por
momentos la entrevista se vuelve una conversación en que la progresión temática
hará que nos surjan nuevas preguntas según lo que esté contando el
entrevistado.
Cuando no sepamos que preguntas
hacer las cinco W serán de gran utilidad y se recomienda que las preguntas tengan
que ser concisas para no marear al entrevistado.
Una gran recomendación de
Halperín es que no debemos mostrar el texto al entrevistado ya que
indudablemente éste sentirá la necesidad de leerlo y por consiguiente editarlo.
La entrevista política parece ser
la más difícil ya que estamos en frente de sujetos que saben que contestar y
que piensan mucho más rápido que nosotros a lo que Oriana Fallaci (periodista)
resolvía de una manera agresiva con el fin de hacer desencajar el discurso de
los políticos, hacerlos salir de sus cabales para que declaren lo que realmente
piensan.
Sin dudas el libro me pareció de
gran importancia para el periodista, ya que quizás en algún momento de su
trabajo le ocurrirá algo de lo que se habla en este libro y tenerlo de guía
sería el remedio.